SOBRE LA ANTROPOLOGÍA Y SU OBJETO.
Bronislaw
Malinowski dijo en alguna ocasión que “la
Antropología es el estudio del hombre que abraza a una mujer”. Esta
definición no nos aclara mucho sobre el objeto de la Antropología, por lo que,
yendo un poco más allá, encontramos que nos la presentan como una Ciencia que
estudia al hombre en el pasado y en el presente de cualquier cultura. Luego,
aparece una definición algo más formal, por la que sabemos que Antropología es
la Ciencia que estudia los aspectos físicos y las manifestaciones sociales y
culturales de las comunidades humanas…y así un sinfín de definiciones más o
menos elaboradas.
Podemos decir que la Antropología estudia
las sociedades humanas como construcciones culturales en sus diversos niveles
de evolución, organización, desarrollo y cambio. El estudio de patrones de
comportamiento cultural, creencias, valores, costumbres, tradiciones y
concepciones que preceden y orientan las acciones humanas, es uno de sus fines
últimos.
TRADICIONES EN LA PUEBLA DE
ALFINDÉN: EL BELÉN VIVIENTE.
En este
contexto, quiero hacer un inciso en el estudio de las tradiciones. La
tradición, la traditio latina, es “lo
que viene trasmitido del pasado”. Es el conjunto de bienes culturales que se
transmite de generación en generación dentro de una comunidad. Se trata de
aquellas costumbres y manifestaciones que cada sociedad considera valiosas, que
selecciona como valiosas entre y frente a otras muchas (que serán descartadas)
y que mantiene para que sean aprendidas por las siguientes generaciones como
parte imprescindible e irrefutable de su legado cultural.
El concepto de tradición es un
concepto complejo y polisémico. Es una construcción social cuyo significado
cambia dependiendo de la época, el tiempo histórico, de quienes lo manejen y según
para qué fines lo utilicen .Todas las sociedades tienen tradiciones y lo
tradicional aparece en todos los grupos humanos, tanto étnicos, como sociales, económicos,
políticos, religiosos, etc. Forma parte de la identidad y además, tiene que
cumplir una premisa: ser capaz de renovarse y actualizarse para mantener su
valor y utilidad.
Esto quiere decir que una tradición
puede adquirir nuevas expresiones sin perder su esencia. Podríamos concluir que
si la tradición es una especie de “herencia colectiva”, el legado del pasado,
lo es también debido a su renovación en el presente. Se modifica al ritmo de la
sociedad, ya que representa la continuidad cultural. Lo que del pasado queda en
el presente, eso es la tradición.
Tradición e innovación son, por
tanto, categorías que están imbricadas de forma precisa. Cualquier cambio se
produce sobre una trama de continuidad y cualquier permanencia incorpora
variaciones a dicha trama. Continuar sin renovar se trasforma en repetición,
mientras que innovar sin el basamento del pasado, de la experiencia vivencial,
supondría vivir en los límites de la irrealidad. La tradición se nos presenta,
por tanto, como un proceso inconcluso de creación-recreación,
continuidad-discontinuidad, en definitiva, como un sistema en constante
renovación.
Cada comunidad, grupo
humano, social, por otra parte, construye y recrea su tradición en función de
diferentes experiencias vivenciales. Vamos a tomar como ejemplo el Belén Viviente
que se organiza en La Puebla de Alfindén. Su origen histórico se remonta a un
momento olvidado, sin ser su celebración constante entre los actos navideños.
Sin embargo, desde hace algunos años esta “tradición” se ha recuperado, no
dejando de celebrarse. Con la colaboración de los alfindeños, sabiendo cada uno
cuál es su papel, ha salido adelante, llueva o haga sol, frente a cualquier
adversidad que haya podido presentársele.
Decíamos que las tradiciones están
íntimamente ligadas con el pasado, con la transmisión inter-generacional de
padres a hijos. En esta línea debemos recordar que hace no tanto tiempo el
Belén Viviente era, en realidad, un Belén infantil. Cada niño de nuestro pueblo
se veía (casi) obligado a salir, por voluntad de sus padres, quienes le inscribían
y le preparaban el traje. Por tanto, ya desde pequeños, los alfindeños se veían
involucrados en esta representación navideña.
No obstante, fue sustituido por el
Belén Viviente de adultos, esto es, se renovó. Ante la escasez de niños que
quisieran salir, un grupo de alfindeños decidió convertirlo en un Belén adulto
para que no se perdiera: aquellos padres cuyos hijos ya eran demasiado mayores
para salir; aquellos niños que, tras haber salido en el Belén infantil, habían
crecido; o incluso aquellos niños que efectivamente se habían apuntado al Belén
pero que no podían hacerlo por sí solos. De tal forma, aquellos que lo habían
vivido se negaron a perder un acto que para ellos significaba algo, que era una
tradición de su pueblo.
Por otro lado, desde el principio
del Belén cada uno tenía su función y cada cosa tenía su lugar. En aquella
explanada de los almacenes del trigo se colocaba el Portal, el Castillo, el
río, el pozo, las hogueras… Para cada edad había un papel: los mayores (7-9
años) daban vida a San José, a María, a los Reyes Magos…; los medianos (5-7
años), predominantes, se vestían de pastores, lavanderas, aguadoras…; mientras
que los más pequeños (2-4 años) conformaban los rebaños de ovejas. A lo largo
del día se recreaba esta escena para que, durante media hora, los “zagales” de
La Puebla pudieran vivir y aprender la historia de José y María en el Portal de
Belén, viviéndola de primera mano. ¡Y ser recompensados después con un
chocolate caliente con bizcochos!
Con el cambio al Belén adulto, ha
habido modificaciones, pero no se ha alterado la esencia del acto. La ubicación
ha pasado a situarse en el Parque pero la infraestructura (el portal, el
castillo, las hogueras…) es la misma. Los niños ya no son los protagonistas, pero
todavía podemos ver algún infante vestido de cordero, cumpliendo sus papeles
más clásicos. Aunque no se da chocolate caliente con bizcochos, la oferta se ha
diversificado: los participantes pasan ahora la tarde del Belén entre migas,
moscatel, rosquillas o vino, entre otros productos. Hemos pasado de un Belén predominantemente
de imágenes campestres a un Belén dónde lo que se representa es un poblado.
Pero siempre con el mismo trasfondo: las ganas de compartir un momento navideño con
nuestros convecinos.
- ¿Participas o has participado en el Belén Viviente de La Puebla? ¿Desde cuándo formas parte? ¿Cuál era o es tu papel? ¿Ha sido el mismo siempre o lo has cambiado?
- ¿Crees que el Belén Viviente es algo representativo de la Puebla?
- ¿Podrías imaginarte unas Navidades sin que se celebre el Belén Viviente?
- ¿Recuerdas cual fue el primer Belén Viviente que se organizó en La Puebla?
- ¿Qué es lo que no puede faltar en el Belén Viviente?
Déjanos tus comentarios sobre el
Belén Viviente: tu experiencia, lo que significa para ti, tus fotografías… O
escríbenos a: amigosdelafundacionld@gmail.com
Asunto: “Tradiciones en La Puebla de Alfindén: el Belén Viviente”.
Yo participo en el Belén de adultos desde que se decidió hacerlo así porque no había niños suficientes para hacerlo infantil. Y además apoyo la idea de que los puestos sean cuasi hereditarios. Hago el papel de ciudadana, o sea, que me paseo por el Belén como figura decorativa. Me gusta mucho participar en él, y espero que se anime mas gente, porque últimamente parece que están flojando.
ResponderEliminarPara los que vamos a verlo resulta muy vistoso, se ve que los figurantes se lo pasan bien
ResponderEliminarEl primer recuerdo que tengo de un Belen es de por el año 70-71, yo tenia 8-9 años y hacíamos una función infantil. Solo recuerdo ir todos de la mano por el escenario del Focar cantando un villacinco y en uno de los extremos estaba el portal.
ResponderEliminarPosteriormente, me viene a la memoria sobre el año 74-75, el Belen se monto en lo que hoy es la Plaza de la Paz, que entonces era solo un solar. Había un portal de madera, creo, y paja por el suelo. Y la Virgen llego montada en un burro por la calle de la Iglesia, entrando desde la calle Alta. Todavía quedaba algún burro por aquel entonces.
Creo recordar que se hizo allí varios años.
Lo siguiente que recuerdo es cuando se monto el Belen infantil en la explanada de los almacenes del trigo, que mis hijos eran pequeños y salieron de pastores.
Hola amigos,
ResponderEliminaros escribo desde Almendral de la Cañada, aquí durante doce años hemos realizado un Belén Viviente, la idea nació con mucha fuerza y entusiasmo...al principio se utilizó la plaza del pueblo...después por razones prácticas se trasladó a una parte más amplia del pueblo, dentro de nuestra Cañada -por aquí transcurre la Real Cañada Leonesa, la rama oriental...os contaré algún día curiosidades sobre ella- ...se representaba con el esfuerzo y la unión de todos, ayuntamiento, asociaciones, empresarios y particulares...pero este año no ha sido posible...ha faltado voluntad y empeño..¡qué pena! por eso os felicito por vuestra constancia y dedicación ...es una tradición muy bonita...
¡¡Para todos los Amigos de la Fundación C.Lisón-J.Donald, mis mejores deseos en este 2015 recién estrenado!!
ResponderEliminarMis saludos a quién esto lee. Es un placer comunicaros que ha quedado convocado el Premio Julia Donald 2015. En http://fundacionhumanisticalison.es/ tenéis toda la información al respecto. Aprovecho también este espacio para recordaros que el próximo 17 de enero, a las 16:00 h, se celebrará en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de la Puebla de Alfindén una reunión de los Amigos de la Fundación C.Lisón-J.Donald, a la que asistiremos, además de D. Carmelo Lisón Tolosana .varios miembros del Patronato. Confío en que nos encontremos una gran mayoría de los Amigos, además de para conocernos un poco mejor, para poner sobre la mesa nuestras ideas y expectativas sobre los Amigos de la Fundación, así como sobre el papel que queremos que represente la Fundación en La Puebla. Solo con nuestro apoyo y colaboración se conseguirá que este proyecto salga adelante con bien, así es que nos vemos el día 17 de enero en el Salón de Plenos del Ayuntamiento!!!.
ResponderEliminar¡¡Feliz 1 de enero!!
ATENCIÓN ¡¡La reunión de los Amigos de la Fundación C. Lisón - J. Donald será el 17 de enero, a las 16.00 en LA BIBLIOTECA MUNICIPAL de La Puebla de Alfindén!!
ResponderEliminarEstimados amigos FL&D,
ResponderEliminarqueda colgada en la página web la información y programa de las II JORNADAS: "ANTROPOLOGÍA DE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD" a celebrar los días 13, 14 y 15 de marzo de 2015 en el Salón de Actos del Ayuntamiento de la Puebla de Alfindén.
En la edición anterior "Los Amigos de la Fundación" tuvieron un papel fundamental, coordinados por nuestra querida "Amiga y Patrona de la Fundación C.Lisón J.Donald", Beatriz Callén, realizaron un trabajo excepcional, recibiendo y asesorando a los participantes inscritos, que convirtió las Jornadas en un encuentro amigable y distendido, lleno de fraternidad, a la vez que se disertaba desde la Academia un Programa Científico del más alto nivel.